La poesía del Tigre

You came lost and hungry
we took care of you
you forgot you were our guest.
now you are the same evil you fled from.
you took our good ways and labeled them evil so you could destroy us.
you took what we considered evil and said it was good to benefit your avarice.
you understand nothing of creation, only destruction.
you speak of the Great Spirit as one speaks of bar flies.
you worship only profit and death.
you use spirituality as your purity and leave truth in obscurity.
hear me blind ones, with heavy hearts of greed.
your 500 years are over and the sacred buffalo comes with the sun


Tú llegaste perdido y hambriento
nosotros te cuidamos
Tú te olvidaste que eras nuestro invitado.
Ahora eres el mismo mal del cual huíste.
Tú tomaste nuestros modales y los clasificaste como malvados para destruirnos.
Tú tomaste lo que nosotros consideramos malvado y dijiste que era bueno para el beneficio de tu avaricia.
Tú no entiendes nada de la creación, sólo destrucción
Tú hablas del Gran Espíritu como uno habla de lo perdido,
Tú adoras sólo las ganancias y la muerte.
Tú utilizas la espiritualidad como tu pureza y dejas la verdad en oscuridad.
Escúchenme ciegos, de corazón repleto de avaricia
Sus 500 años han finalizado y el búfalo sagrado se levanta junto con el Sol.





La poesía de Raymundo “Tigre” Pérez es a la vez reflejo y una revelación o nacimiento del movimiento Chicano. Pérez, como sus contemporáneos, capturó e interpretó las inquietudes políticas, culturales y sociales del mundo chicano a través del verso. Como muchos poetas de distintos movimientos, el visionó los significados y sentidos de un cambio social encarnado en el movimiento Chicano. Inspirado por el movimiento, adoptó un rol de político trovador reuniendo su gente en torno a una revolución, con el contenido de obtener justicia social. Durante sus años peak como poeta, 1970 a 1872, Pérez defendió la revolución y retrataba “el Movimiento Chicano como el foco principal del proceso” de acuerdo al crítico Charles Tatum. La poesía y la política, entonces, se fusionaron para darle al Tigre forma y un público que lo escuchaba.

Nacido en Marzo de 1946 en un garaje de Laredo, Texas, la poesía de Pérez era cercanísima a la sociedad que describía. El creció en las calles de Laredo, como hijo de un boxeador que terminó siendo sobrecarga en barcos, y de una madre de indígena Tarascan de la región de Pátzcuaro, Michoacán, México.

La devoción de su madre era la religión, y ella nunca perdió la fe a pesar de lo mal que las cosas estaban. El trabajo de Pérez refleja la actitud de lucha de su padre, y el espíritu femenino y persistente de su madre. La revolución social y la poesía de protesta de Pérez, aparecieron a una edad temprana, eligiendo un camino de poca aceptación con sus padres, atendiendo ideales utópicos para esos tiempos. En ese contexto, su abuela se transformó en su mayor influencia, tal como el ha señalado. Ella una vez le dijo: “El mundo es una bestia feroz que sólo quiere devorarte, ¡ten cuidado!” Al parecer, Pérez tomó este aviso de corazón, y aprendió a defenderse con una retórica política y el lenguaje de la poesía.

Su interés en poesía comenzó cuando estaba en enseñanza básica, siendo ridiculizado y humillado por sus escritos. El no se insertaba bajo los conceptos establecidos por la poesía tradicional. Esta característica se encuentra durante toda su obra, es evidente, prosaico, con una oratoria directa y tono desafiante.

Su poca conformidad, también hizo que fuera expulsado del colegio el primer año de media en el Junior Collage de Laredo. Fue calificado como terco, rebelde y soñador, fanático de hablar en público. Todas las duras críticas no detuvieron a Pérez, quien continuó con sus estudios. Más adelante fue al College Metro State en Denver, y luego transferido a la Universidad de Colorado. Finalmente se graduó de la College Oberlin en Ohio, con un título en políticas sociales.

Libre, Libre al fin (1970) uno de sus escritos más tempranos, distingue a Pérez como “uno de los primeros poetas que habló contra la guerra de Vietnam” (según el crítico Tatum) Publicado casi dos años después de la pasada de Pérez como artillero del ejercito en Hanoi, sus escritos están dedicados a “mis hermanos de armas de los Estados Unidos, de América, y del Mundo”. Se proclama a sí mismo como “La voz de truenos y armas” y define paralelos entre el sufrimiento de los Chicanos en Vietnam, y la crueldad inflingida a los Chicanos cuando volvieron a USA por parte de campesinos y dueños de campos de trabajo.

Pérez se ve a sí mismo como un espíritu salvador, hablando en nombre y defensa de su pueblo: “Soy la luz de los muertos Vivientes / El corazón de la Revolución”.

También se ve a si mismo como un relator de eventos, el guardián de una historia que ayuda a unir el pasado, el presente y el futuro. El desea dejar remanentes, recuerdos del movimiento Chicano, porque no quiere que las generaciones del futuro olviden el motivo por el cuál son libres. Dice: “Les escribo a ustedes, personas del mañana” y personifica el movimiento como un “hijo de cualquiera” en su poema “Hasta la Victoria Siempre”. Pérez afirma su propia identidad en la poesía “El Caminante Mexicano-Americano” y realiza la pregunta retórica: ¿Qué eres tú? Al contar y describir lo que el es, en el mismo poema. El mensaje que transmite su poesía es que un fuerte sentido de autoconocimiento e identidad, es la llave para la libertad individual. El se alegra por su gente: “somos libres, libres al fin / Porque sabemos quienes somos”.

El retorno de Pérez a la vida civil, posterior a Vietnam, lo llevó a trabajar como organizador comunal del Programa Vista de Movilización de Minorías. También, se afilió a la Organización de jóvenes Mexicanos – Estadounidenses (MAYO). El programa fue tan efectivo que “transformó Texas en otro lugar” de acuerdo a Pérez (en su ensayo autobiográfico “El Quetzal Emplumado” 1976).

Más adelante comenzó a editar varios diarios alternativos chicanos. Sus títulos: “Los Muertos Hablan” “El Valle de los Lamentos” o “Tierra Caliente” son expresiones metafóricas que representan las condiciones políticas y sociales de los Chicanos en Texas. Estos diarios salieron a publicación bajo estrictas y severas amenazas policíacas. La voz de Pérez, sin embargo, no calló. En los diarios encontró una forma precisa de oposición, para lo que el veía como un diario de promesas no cumplidas llamado “El Partido Viejo” que era el único existente de Laredo.

La represión política y los atropellos terminaron en la muerte de una persona y golpes y lesiones a Pérez y los asociados a él. Forzado a dejar el periodismo de diarios subversivos, Pérez se concentró en la poesía.

Los Cuatro (1970) dejó a Pérez como uno de los más importantes poetas del Sureste. Esta colección lo deja junto a poetas como Abelardo “Lalo” Delgado, Ricardo Sánchez, y Juan Valdez (Magdalena Ávila). Los Cuatro tipifica la conciencia colectiva de poesía chicana para esos tiempos. La voz de Pérez destaca por recolectar las emociones colectivas de su gente.

Traducción: Manuel O'Brien H. (gracias Manu)

2 comentarios:

    On 26 de enero de 2010, 18:23 Anónimo dijo...

    weon pulento

     
    On 28 de enero de 2010, 12:23 Anónimo dijo...

    Revolución de un hombre que decía poco y hacía mucho.

    Revolución de un guerrero al cuál se le atribuye la apertura del temazcal en todo el mundo.

    Revolución de un mestizo que no sacaba cuentas al momento de dar.

    Revolución espiritual americana valiente y aguerrida, sin rimbombantes nombres iniciáticos ni indigenismo para la elite.

    Revolución de la simpleza, esa de tener un hermano al frente y querer tenderle la mano.

    Gracias tigresito, por donde andes volando, sabrás que dejaste la vara alta.
    Rafael

     

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